Los protagonistas de las novelas de Peter Debry responden a perfiles diversos pero se inscriben en la tradición del cine y la novela negra norteamericana.
Abundan los agentes de policía, de Scotland Yard, de la policía de Los Ángeles, de Nueva York, del FBI, de la Interpol o de la Policía Montada del Canadá, pero también están muy presentes los detectives, con frecuencia de poca categoría y prestigio pero de gran perspicacia y dignidad moral. Son también protagonistas de las novelas el ex-policía reconvertido en private eye, los detectives de las compañías de seguros -unos clásicos del género- y también aquellos individuos que, deseosos de conocer la verdad, deciden plantar cara al crimen.
Abundan los agentes de policía, de Scotland Yard, de la policía de Los Ángeles, de Nueva York, del FBI, de la Interpol o de la Policía Montada del Canadá, pero también están muy presentes los detectives, con frecuencia de poca categoría y prestigio pero de gran perspicacia y dignidad moral. Son también protagonistas de las novelas el ex-policía reconvertido en private eye, los detectives de las compañías de seguros -unos clásicos del género- y también aquellos individuos que, deseosos de conocer la verdad, deciden plantar cara al crimen.
En medio de este maremágnum de personajes, a veces Debry se permite un curioso ejercicio metaliterario convirtiendo en protagonistas de sus ficciones a escritores de novela popular que se ven sumergidos en realidades similares a las que habían imaginado.
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